DERECHO DE LOS NIÑOS A JUGAR

El artículo 31 de la Convención de los Derechos del Niño habla del derecho a jugar, al que muchos llaman el “derecho olvidado”. Del juego infantil trata extensamente este Cuaderno de Trabajo que presentamos aquí, una brillante monografía, editada por la Fundación Bernard van Leer que afirma con contundencia: “sólo una vez hayamos entendido la naturaleza del juego seremos capaces de entender cómo mejorar el destino de las sociedades humanas”


El juego es un fin en sí mismo, el niño juega por el placer de hacerlo y a través de él explora su entorno, desarrolla su espacio social, sus emociones. Las conductas lúdicas alteran las prioridades; la fantasía convive con la realidad, los niños crean personajes, objetos, situaciones sin miedo a ser cuestionados, son hacedores de sueños cuya realización consideran más que posible.

Varias son las trabas por las que los niños pierden su derecho a jugar:
- En las sociedades desarrolladas la pérdida de espacios urbanos abiertos, el abuso de las nuevas tecnologías de información y comunicación, el abandono de juegos tradicionales, las actividades formativas excesivas (idiomas, música, ballet, refuerzo....), y un largo etc.
- En las sociedades poco desarrolladas por la pobreza que obliga a los niños a ocuparse de la atención de sus hermanos, de los cuidados de la casa y en numerosas ocasiones de trabajar duramente, en ocupaciones impropias para sus edades.
La infancia es una etapa del desarrollo de los seres humanos que deben estar presididas por el juego, la tranquilidad, el afecto....y las preocupaciones deben ser justas, proporcionadas a la edad de los sujetos

("Por qué nadie nos dijo que el paraíso era el parque infantil, crecimos con presteza, sin darnos cuenta que no se puede vivir el ayer" (Cómplices)

(Agustina Carmona Sánchez )